El daño que produce el glaucoma es irreversible. Cuanto antes se diagnostique y se establezca el tratamiento oportuno, mejor será el resultado.
El glaucoma es una enfermedad crónica y degenerativa del nervio óptico que, de no tratarse, produce un deterioro irreversible de la visión que puede acabar en ceguera. Lo más peligroso del glaucoma es que se trata de una dolencia silenciosa, esto es, que no produce síntomas significativos. La pérdida de fibras nerviosas en el ojo supone una afectación del campo visual pero este defecto de visión periférica puede pasar inadvertido durante mucho tiempo. La persona que lo padece puede tardar tanto en darse cuenta que cuando acude a la consulta la enfermedad la enfermedad está muy avanzada y ya afecta a gran parte de la visión. Por ello su diagnóstico precoz es crucial.
Según las estadísticas se calcula un 2% de casos en pacientes mayores de 40 años y aunque en un 70% se suele asociar a la hipertensión ocular también puede aparecer con presiones intraoculares normales hasta en un 30% de los pacientes. El glaucoma es la segunda causa de ceguera en Occidente. Por ello existe un Día Internacional, el 12 de marzo, que quiere concienciar de la enfermedad.
En Oftalmo+, y a través de nuestro centro quirúrgico IOCAB, nos sumamos a la campaña contra el GLAUCOMA organizando dos jornadas de revisión mediante la medición gratuita de la presión intraocular. Esta revisión puede dar las pistas necesarias para asesorar al paciente sobre si existen riesgos en su caso particular y acceder posteriormente a pruebas personalizadas que ofrezcan un diagnóstico confiable.
En nuestro Departamento de Glaucoma, bajo la supervisión de la especialista Dr. Pazos, pueden llevarse a cabo las siguientes exploraciones y pruebas diagnósticas:
1. Visualización del nervio óptico (oftalmoscopia)
2. Medida de la Presión intraocular (tonometría)
3. Estudio del campo visual (campimetría): Humphrey
4. Estudio del grosor corneal (paquimetría)
5. Estudio de la estructura del nervio óptico (Tomografía de Coherencia Óptica OCT).
Los factores que propician la enfermedad son muy variados y van desde las enfermedades tales como la diabetes o la hipertensión arterial, a factores médicos como la toma de corticosteroides, así como predisposiciones genéticas: desde la delgadez de la cornea a los antecedentes familiares.
En cuanto al tratamiento hay que decir que, hoy por hoy, todavía no se conoce la manera de recuperar el tejido nervioso que se haya deteriorado. Pero se puede evitar que el daño glaucomatoso continúe avanzando. Disminuir la presión intraocular es el único tratamiento con eficacia suficiente para frenar su progresión y para ello se utilizan tratamientos vía tópica de gotas hipotensoras. Otras opciones son el láser e intervenciones quirúrgicas especializadas.
Según las estadísticas se calcula un 2% de casos en pacientes mayores de 40 años y aunque en un 70% se suele asociar a la hipertensión ocular también puede aparecer con presiones intraoculares normales hasta en un 30% de los pacientes. El glaucoma es la segunda causa de ceguera en Occidente. Por ello existe un Día Internacional, el 12 de marzo, que quiere concienciar de la enfermedad.
En Oftalmo+, y a través de nuestro centro quirúrgico IOCAB, nos sumamos a la campaña contra el GLAUCOMA organizando dos jornadas de revisión mediante la medición gratuita de la presión intraocular. Esta revisión puede dar las pistas necesarias para asesorar al paciente sobre si existen riesgos en su caso particular y acceder posteriormente a pruebas personalizadas que ofrezcan un diagnóstico confiable.
En nuestro Departamento de Glaucoma, bajo la supervisión de la especialista Dr. Pazos, pueden llevarse a cabo las siguientes exploraciones y pruebas diagnósticas:
1. Visualización del nervio óptico (oftalmoscopia)
2. Medida de la Presión intraocular (tonometría)
3. Estudio del campo visual (campimetría): Humphrey
4. Estudio del grosor corneal (paquimetría)
5. Estudio de la estructura del nervio óptico (Tomografía de Coherencia Óptica OCT).
Los factores que propician la enfermedad son muy variados y van desde las enfermedades tales como la diabetes o la hipertensión arterial, a factores médicos como la toma de corticosteroides, así como predisposiciones genéticas: desde la delgadez de la cornea a los antecedentes familiares.
En cuanto al tratamiento hay que decir que, hoy por hoy, todavía no se conoce la manera de recuperar el tejido nervioso que se haya deteriorado. Pero se puede evitar que el daño glaucomatoso continúe avanzando. Disminuir la presión intraocular es el único tratamiento con eficacia suficiente para frenar su progresión y para ello se utilizan tratamientos vía tópica de gotas hipotensoras. Otras opciones son el láser e intervenciones quirúrgicas especializadas.
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